Durante todo el proceso acompañamos al paciente y contribuimos al bienestar de su piel realizándole tratamientos faciales personalizados y formándole sobre los hábitos que debe introducir y cuales evitar. Una vez más nos basamos en nuestras tres fases:
Antes del tratamiento se informa al paciente sobre los efectos secundarios de la piel y mucosas. El más universal de los efectos es la sequedad extrema, y de ella pueden derivar muchas de las complicaciones dermatológicas posteriores.
Por esto, todas las medidas que se puedan adoptar antes del tratamiento, encaminadas a mejorar el estado de piel y mucosas, son de vital importancia:
- Limpieza de cutis en profundidad
- Hidratación y nutrición.
Durante el tratamiento los servicios se adaptan en cada momento al estado de la piel. Se realizan hidrataciones suaves, aproximadamente cada sesión de quimioterapia, en donde los masajes están adaptados para no tocar ningún ganglio. Utilizando siempre componentes que favorezcan la hidratación y la cicatrización, productos exentos de parabénos, perfumes, alcohol y conservantes. Son totalmente naturales y muchos de ellos biológicos, aceite de rosa de mosqueta, aloe vera, caléndula,manteca de karite, arnica, etc.
Después del tratamiento es conveniente hacer una serie de programas estéticos en cabina para recuperar el buen estado del cutis. A partir del mes y medio o dos meses como mínimo, la piel ya está preparada para poder hacer algún tipo de exfoliación superficial, que podrá hacerse más severa según se vaya fortaleciendo y normalizando la piel.
